Los gases en un bebé son una de las típicas preocupaciones de los padres. Una de las cosas que suele decirse es que el niño tiene que echar los gases después de cada toma. Y en cuanto el bebé gruñe un poco, suele achacarse a los gases. Cuando los padres me dicen que su bebé tiene gases y que no los echa después de cada toma, suelo explicarles lo siguiente: Mirando al bebé, le digo: "¿Tú has firmado el contrato de echar los gases después de cada toma? ¡Vaya, el pobre no se había enterado de que tenía que hacerlo! Aparte de respirar siempre y comer de vez en cuando, hay pocas cosas que tenga que hacer siempre." En cuanto a lo de que tiene muchos gases, mi pregunta es: "¿Llora mucho?" En la mayoría de los casos la respuesta es que no, pero que aprieta mucho la tripa y…
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